Una mujer fue detenida en su casa de Menorca tres días después del hallazgo. El menor, que hoy tendría 11 años, falleció en 2008 y nadie había reclamado por su desaparición
La mujer, identificada como Mónica J.F., fue apresada en un pueblo de Menorca, la más pequeña de las Islas Baleares, tres días después de que dos jóvenes descubrieran los restos óseos del pequeño en una maleta abandonada en una zona boscosa.
Junto al esqueleto se hallaron un reloj, unos libros de cómic, unos lápices de colores y varios muñecos infantiles. Los objetos ayudaron al rastreo de la identidad de la víctima y de su entorno. La maleta tenía restos de un ticket de facturación muy desgastado.
El menor tendría ahora 11 años y su muerte ocurrió en 2008, según los forenses y la policía científica. No había caso abierto sobre la desaparición, en una isla de sólo 80 mil habitantes, ni se había denunciado su ausencia en la escuela o en el entorno familiar, según confirmó el jefe de la policía de Menorca, Javier Tejero.
“La detenida tiene unos 30 años, trabaja y tiene pareja estable”, dijo Tejero. Al desaparecer su único hijo de nueve años, la mujer, que era madre soltera, explicó que estaba con su familia en Galicia. Siempre sostuvo que el niño era un sobrino.