¿Por qué lo hace? Ella afirma que los ladrones han robado muchas cosas y la han dejado casi sin electrodomésticos. “La primera vez fue la cortadora de césped, después un secador del pelo y una cámara fotográfica, y luego un televisor”, asegura la víctima de los robos.
Sus vecinos mostraron su indignación por estas acciones, que consideran inhumanas, y denunciaron el caso a la policía, que se negó a tomar medida alguna por no observar indicios de delito, asegurando que al tratarse de una propiedad privada, la dueña tiene el derecho a colocar las jeringas.
No obstante, la Junta Vecinal esgrime la normativa municipal y exige que la doctora retire este peculiar sistema antirrobo en el plazo de cinco días, amenazándola con una multa en caso contrario.